Próxima parada...

DÜSSELDORF =)

Me gusta...

Me encantan los días que amanecen despejados y los que amanecen revueltos. 
No me gusta que las noches se me hagan largas, pero me encanta la noche. Me encanta el sonido que provoca la lluvia y las tormentas. 
Me gustan las estaciones de tren y las paradas de autobús. Me encantan el período de la Edad Media.
Me gusta mirar por el retrovisor del coche, tener la ventanilla bajada, y sentir el viento en la cara. Me gustan los músicos de la calle, y su música. Me encanta los patinadores que bailan sobre el hielo. 
No me gusta hundirme en el barro al caminar, pero me encanta el olor a tierra mojada... 
No me gustan las mujeres que hablan en las esquinas, pero me gusta saludar a todo el mundo. 
Me gustan los mensajes por la noche y fumarme un cigarro antes de irme a la cama. Me gusta despertarme y saber que he dormido doce horas. 
Me gusta observar la luna y buscar formas a las estrellas. 
Me gusta Walt Whitman y su apasionante obra. Al igual que Robert Frost. Odio las novelas románticas y predecibles.
Me gustan los días de invierno y el sol. Me encantan las noches de verano, y pasear sola. Me encantan los parques vacíos. Y odio los que se llenan con gritos y alcohol.
Me gusta escuchar Luar na Lubre mientras escribo y los atlas universales. Me encanta el atardecer.
He descubierto que me gusta el café. Me encanta Granada. Y estoy segura de que también me gustarían Venecia o Viena si hubiera estado. Me gusta viajar.
Me gusta el olor de la gasolina, de los rotuladores permanentes y de la pintura. Sin embargo, odio el olor de los hospitales. Me gusta el olor de los libros nuevos y del pan recién horneado. 
Me gustan las tiendas de muebles y detenerme delante de ellas. Me gusta bucear y mantenerme debajo del agua con su silencio. Me encanta el mar y pasear por la orilla.
Me gustan las películas con final inesperado. Me gusta le gente que sabe apreciar el arte. Me encanta Hans Zimmer y sus composiciones, al igual que James Horner o Ennio Morricone. 
Me encanta la arquitectura del Gótico, la escultura del Barroco y la pintura del Renacimiento. Además del Impresionismo con los paisajes de Monet y Turner. Me encanta Dalí y sus sueños, Modigliani y sus desnudos y Picasso y sus perspectivas. Y no me gusta no entender el arte abstracto. 
Me gustan las cartas sin remite, los espejos antiguos y las estanterías llenas de libros. Me gustan los cuartos vacíos cuando se apaga la luz y las palabras que se han pronunciado dentro ellos. Me encantan las fotos en blanco y negro. Me gustan los anillos de plata. 
Las cuerdas de la guitarra y el sonido de la flauta, pero no me gusta el oboe. 
Me encantan los viajes hechos con ida, pero sin vuelta. Me gusta la palabra libertad, y todo lo que conlleva. 
Me encantan los semáforos de una calle vacía. Fumar sola. Pero también una buena conversación. Me gusta la gente que puede mirar más allá. Me gusta el Paseo de los Tristes y el Río Darro. No me gusta ver a alguien llorar. 
Me gustan las leyendas que cuentan una historia de amor. 
Me gustan los aviones, pero sobre todo, volar...

Todo es cuestión de mareas...


Juego a pares y nones con la parte de mi mente más perdida, donde quedó presa la racionalidad de un martes por la noche. En este juego lo único que acaba habiendo son sólo perdedores. Ni un sólo ganador. Y las ganas se alejan. Y en el lunar del brazo guardo la ciudad del viento.
Cuando vence el amanecer, al otro lado de mi conciencia, me despido de las promesas y de los vicios pasajeros, que son los únicos capaces de dar cuerda al tiempo que no descuenta momentos de mi vida.
Ahora preferiría lo salado y una voz llena de experiencia, de perversión y de vicio. Preferiría los cambios y la fiebre que la vida completa de años vacíos y cumplir septiembres sin más daños en el reloj que tengo por corazón...
Preferiría un album de desencantos que dos sonrisas mediocres, sin sentido, una detrás de otra y por motivos insustanciales.
Una noche, sin estar cerca de quien nunca jamás vuelva a tener, me dejé una carcajada en el tercer sí bemol. Mientras Marea sonaba en los oídos:
"Y báñate en mis ojos, que se joda el mar..."
Es inevitable, cuando se escriben infinitos puntos suspensivos, al final alguno es el final de los finales...

Voy a empaparme en gasolina una vez más, voy a rasparme a ver si prendo, y recorrer de punta a punta la ciudad, quemando todos tus recuerdos...
Vuelvo a mirarme, y sólo consigo ver polvo y ceniza, nada. Viento. No soy ni la sombra de lo que antes era...
¿Y qué puedo hacer si la persona que me hace llorar es la única capaz de confortarme?


"Lo que intento decirte es que entiendo lo que es sentirse el ser más pequeño, insignificante y patético de la humanidad y lo que es sentir dolor en partes del cuerpo que ni siquiera sabías que tenías. Y da igual cuántas veces te cambies de peinado, o a cuántos gimnasios te apuntes, o cuántos vasos de Chardonnay te tomes con las amigas, porque sigues acostándote todas las noches repasando todos los detalles y preguntándote qué hiciste mal o qué pudiste malinterpretar. Y cómo puñetas en ese breve instante pudiste pensar que eras tan feliz. A veces incluso logras convencerte de que él verá la luz y se presentará en tu puerta. Y después de todo eso y aunque esa situación dure mucho tiempo, vas a un lugar nuevo y conoces a gente que te hace recuperar tu amor propio. Y vas recomponiendo tu alma pedazo a pedazo, y toda esa época difusa, esos años de tu vida que has malgastado, empiezan por fin a desvanecerse. "
Ahora pienso que todo fue como volver a aquel parque una noche de verano y hundir la mirada en sus ojos. La melancolía de lo que se me escapó sin que pudiera hacer nada por retenerlo. Cuando era tan fácil vivir solamente de la vuelta en el autobús y de cogernos de la mano y caminar en silencio… Fue un siencio en el que fluían sueños. Un silencio que me saciaba.
Cada vez que arranco una página del calendario, veo como la vida me pesa más, y cada vez que miro en el espejo, la forma se difuminan. De tanto navegar por la vida, empiezo a olvidar quien soy. Los días y las noches se escapan, y me doy cuenta de que ya no tengo la ilusión cada mañana, ni las vías de un tren para lanzar en ellas mi tristeza. Y veo que sigo siendo la misma romantica y dramática de siempre, que se ha olvidado de lo que sucedió el día anterior. Da igual cómo haya estado, o qué haya sentido, no puedo recordar nada. Sólo sé que puedo acurrucarme en un rincón y tararear una melodía mientras cierro los ojos.
Día a día se me pasa por la mente coger una mochila y alejarme de los semáforos, coches y miradas indiferentes que veo todos los días. Salir de esta rutina para aparecer en una isla, descalza y con los ojos abiertos, donde sé que el aire puede correr, y puedo despedirme del sol mientras se esconde en el horizonte. Donde el silencio hace el resto.

"-¿Crees que no te quisieron demasiado?
-Yo diría que entre un "no lo suficiente" y un "nada de nada". Siempre estuve hambrienta. Aunque sólo hubiera sido una vez, hubiera querido recibir amor a raudales. Hasta hartarme. Hasta poder decir: "Ya basta, estoy llena. No puedo más". Me hubiera conformado con una vez. Así que pensé lo siguiente: "Conoceré a alguien que me quiera con toda su alma los trescientos sesenta y cinco días del año". Estaba en quinto o sexto de primaria cuando lo decidí."

Debussy 

La música es una matemática misteriosa cuyos elementos participan del Infinito. Es responsable del movimiento de las aguas, del juego de curvas que describen las brisas cambiantes, ¡nada es más musical que una puesta de sol! Para quien sepa mirar con atención, es la más bella lección de desarrollo escrita en ese libro tan frecuentado por los músicos, quiero decir: la Naturaleza... Mirar en los libros, a través de los maestros, removiendo piadosamente el viejo polvo no está mal, ¡pero el arte tal vez sea algo más lejano!
¿Por qué no?...

... Sólo una decepción...


"Cuando te vaya bien llévame contigo, cuando te vaya mal no me defraudes"
Feelings... I can´t fight...
El horizonte es para mí una poesía que se viste de música, y mientras me despierto, el cielo juega al escondite con las nubes, sin encontrar al sol. El tren ya no me echa de menos, pero cuando gira y su maquinaria choca con los raíles, grita, al llegar de nuevo a la ciudad del aire, del viento… Y de noche, mientras recorría las calles en el mundo de la música, las estrellas creaban increíbles formas, como sonidos, creando una perfecta armonía. Y me gustaría dormirme entre las ruinas de esos acordes, para despertarme con el olor de la tierra mojada, o de la fresca hierba…Leo, porque sé que no hay otro modo para escapar de la rutina. Y volviendo a la noche, bailo una canción diferente, para que mis pies recuerden siempre que bailar es la solución a los problemas.
Supongo que aún quedan gatos que maúllan ante la luna, pero también algo de amor hundiéndose en el vaso de cristal. Aún queda esperanza, a pesar de que las estrellas se unan al cielo y a las nubes en el infinito.
Ahora tampoco puedo ver la luz de las farolas que antes iluminaban mis sueños y me pasaba la noche mirando por la ventana, esperando un rayo de luna que ilumine mi rostro, esperando el color de la mañana. Pero aún no ha amanecido, y todo suena como un disco rallado. Rompí aquellas fotografías y esperé a que un ápice de esperanza me recordara por qué sigo viva, y por qué sigo luchando. Porque sigo buscando algo realmente agradable. Nada mejor que tomar un café mientras, mirando al cielo, espero a que el humo de cualquier avión dibuje una sonrisa. Pero nada de eso pasa.
Leía, siempre leía. A veces historias de amor, a veces poesía que me arañaba el alma y lograba que los latidos de mi corazón agitaran la mesa. Yo miraba el papel y dejaba que mi esencia se perdiera en las líneas de mis manos. Escribía para poder encontrarme en mis palabras, y después poder comer sueños y espuma.
Amanezco con ojeras, y me lavo la cara, ya que ni siquiera mis manos pueden arrancarme las legañas. Desayuno con la mirada perdida y salgo, para que el mundo me devore.
El sonido de las paredes atormentadas es lo único que ha quedado del eco de mi voz, que parece nunca volverá.
Sin embargo las canciones no han dejado de existir y mis palabras son fieles camaradas del viento.
Sólo me reciben las calles desiertas de madrugada, cuando el silencio es abrumador, invitándome a escribir poesía en las fachadas. Quizás un “te necesito” que ilumine las calles en medio de la noche…
Y un baile final...
"He descubierto que la poesía es un cuadro que se pinta sin usar pinceles,
una danza que se baila sin usar el cuerpo, un beso que se da sin usar los labios.
He descubierto que la poesía es un juego en el cual está prohibido seguir las reglas;
que es entender que tenemos el pecho lleno de musgo, de nieve, de agua, de tierra
y de semillas que florecen como soles."

TIM BURTON... =)


"Dicen que cuando conoces al amor de tu vida el tiempo se detiene... y es verdad. Lo que no dicen es que cuando se vuelve a poner en marcha, lo hace aún más rápidamente para recuperar lo perdido."
"Hay momentos en los que un hombre tiene que luchar, y hay momentos en los que debe aceptar que ha perdido su destino, que el barco a zarpado, que solo un iluso seguiría insistiendo. Lo cierto es que yo siempre fuí un iluso."
"Éramos como dos desconocidos, que se conocían muy bien."
Big Fish
"Porque la vida de los perversos deben ser cortas.
Para el resto de nosotros, la muerte sería un alivio.
Todos merecemos morir."
"Porque en toda la raza humana, Srta. Lovett hay dos clases de hombres y solo dos.
Están los que se quedan en el lugar correcto y los que tienen su pie en la cara del otro."
"Hay un vacío en el mundo como un gran agujero negro y está lleno de gente que está llena de mierda.
Y la plaga del mundo lo habita."
Sweeney Todd: El barbero diabólico de la calle Fleet.
"Presiento que algo va a ocurrir, una tragedia para mí. Y Aunque yo quiero estar con él, tengo una extraña sensación. Ya se avecina lo peor. No se da cuenta… estoy sufriendo. Quizás verá qué siento yo por él, no se si puede ser.
¿Qué va a pasar? ¿Qué va a ser de él? ¿Dónde nos lleva el carrusel? Y aunque yo intento sonreír y como todos ser feliz, yo no lo dejo de intentar… quizá algún día estemos juntos… no puede ser, jamás ocurrirá… pues no soy para él…"
"Un gran calcetín de color, preparado con gran ilusión, así que hay dentro... ¡Hay un pié! Déjame quiero ver, y quizá esté podrido...¡¡¡Que bien!!!"
"¡Ho, ho, ho! ¡Feliz Halloween!"
"Una dosis muy pequeña de mi encanto fantasmal."
Pesadilla antes de Navidad.
"Si una vela toco se que nada sentiré,
si me cortas es igual, no sangraré,
y yo sé que ella está viva
y que muerta yo lo estoy
pero sufro en realidad,
no diréis que no es verdad,
aún me quedan lágrimas que derramar…
Si una vela toco se que nada sentiré
sobre el hielo o bajo el sol no cambiaré
y mi corazón responde
aunque no late, se rompe
y yo sufro en realidad
y aunque sé que muerta estoy,
no diréis que no es verdad
aún me quedan lágrimas que derramar."
La novia cadáver.
"Todo lo que hay en esta sala es comestible, incluso yo, aunque eso sería canibalismo y no está muy bien visto en algunas sociedades"
"¡Jovencito! ¡No me toques los botones!"
"A propósito, en ninguna fábrica del mundo se mezcla el chocolate con una cascada, queridos niños. Preguntádle a quien queráis"
Charlie y la fábrica de chocolate.
"─Abrazame Edward.
─ No puedo."
"- Hace mucho tiempo, un inventor vivía en esa mansión. Inventaba muchísimas cosas.
Un día, creó a un hombre. Y le dio entrañas, un corazón, un cerebro. Todo. Bueno, casi todo.
Verás, el inventor era ya muy viejo. Murió antes de poder acabar al ser que había creado. Así que el hombre se quedó solo. Inacabado, y completamente solo.
- ¿Y no tenia nombre?
- ¡Claro que tenía nombre! Se llamaba Edward.
- Antes de que él viniera, no nevaba nunca. En cambio después, sí nevó. Si él no siguiera vivo, ahora no estaría nevando... A veces aún bailo bajo la nieve."
Eduardo Manostijeras.
(L)
Cuando supe al declinar el día que mi nombre había sido
aplaudido en el Capitolio, no fue feliz para mí la noche
de aquel día,
Y cuando me embriagué o cuando mis planes tuvieron éxito,
tampoco fui feliz,
Pero el día en que al alba me levanté del lecho de la salud perfecta,
renovado, cantando, aspirando el fresco aliento del otoño,
Cuando vi palidecer en el oeste a la luna llena y perderse en la luz
de la mañana,
Cuando erré solo por la playa, y desnudo me sumergí en el mar y
me reí con las aguas frescas y vi la salida del sol,
Y cuando pensé que mi querido amigo, mi amante, estaba ya en
camino, entonces fui feliz,
Entonces cada aliento fue más dulce, y durante aquel día la comida
me alimentó mejor y el día hermoso pasó bien,
Y el día siguiente llegó con la misma alegría, y con el otro al
atardecer llegó mi amigo,
Y aquella noche cuando todo estaba en silencio oí las lentas aguas
incesantes que subían por la playa,
Y el susurro de las aguas y de la arena, como si quisieran
felicitarme,
Pues aquél, a quien amo, estaba dormido a mi lado bajo la misma
manta en la noche fresca,
Bajo la quieta luna del otoño su rostro me
miraba,
Y su brazo descansaba sobre mi pecho, y aquella noche fui feliz.



Walt Whitman


...Esperanza...
Lo siento.
Pero yo no quiero ser emperador. Ese no es mi oficio, no quiero gobernar ni conquistar a nadie sino ayudar a todos si fuera posible. Judios y gentiles. Blancos o negros. Tenemos que ayudarnos los unos a los otros; los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacerlos desgraciados. No queremos odiar ni despreciar a nadie. En este mundo hay sitio para todos y la buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres. El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido.

La codicia ha envenenado las almas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia las miserias y las matanzas.
Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado a nosotros. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado, sentimos muy poco.
Más que máquinas necesitamos humanidad. Más que inteligencia, bondad y dulzura.
Sin estas cualidades la vida será violenta, se perderá todo. Los aviones y la radio nos hacen sentirnos más cercanos. La verdadera naturaleza de estos inventos exige bondad humana, exige la hermandad universal que nos una a todos nosotros.
Ahora mismo, mi voz llega a millones de seres en todo el mundo, millones de hombres desesperados, mujeres y niños, víctimas de un sistema que hace torturar a los hombres y encarcelar a gentes inocentes. A los que puedan oirme, les digo: no deseperéis. La desdicha que padecemos no es más que la pasajera codicia y la amargura de hombres que temen seguir el camino del progreso humano.
El odio pasará y caerán los dictadores, y el poder que se le quitó al pueblo se le reintegrará al pueblo, y, así, mientras el Hombre exista, la libertad no perecerá.
Soldados.
No os rindais a esos hombres que en realidad os desprecian, os esclavizan, reglamentan vuestras vidas y os dicen qué tenéis que hacer, qué pensar y qué sentir.
Os barren el cerebro, os ceban, os tratan como a ganado y como carne de cañón. No os entreguéis a estos individuos inhumanos, hombres máquina, con cerebros y corazones de máquina.
Vosotros no sois maquinas, no sois ganado, sois Hombres. Lleváis el amor de la Humanidad en vuestros corazones, no el odio. Sólo lo que no aman odian, los que nos aman y los inhumanos.
Soldados.
No luchéis por la esclavitud, sino por la libertad. En el capítulo 17 de San Lucas se lee: "El Reino de Dios esta dentro del hombre no de un hombre, ni de un grupo de hombres, sino de todos los hombres..."En vosotros. Vosotros los hombres tenéis el poder. El poder de crear máquinas, el poder de crear felicidad, vosotros el pueblo teneis el poder de hacer esta vida libre y hermosa y convertirla en una maravilosa aventura.
En nombre de la democracia, utilicemos ese poder actuando todos unidos. Luchemos por un mundo nuevo, digno y noble que garantice a los hombres un trabajo, a la juventud un futuro y a la vejez seguridad. Pero bajo la promesa de esas cosas, las fieras subieron al poder. Pero mintieron; nunca han cumplido sus promesas ni nunca las cumplirán. Los dictadores son libres sólo ellos, pero esclavizan al pueblo. Luchemos ahora para hacer realidad lo prometido. Todos a luchar para liberar al mundo. Para derribar barreras nacionales, para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia.
Luchemos por el mundo de la razón.
Un mundo donde la ciencia, el progreso, nos conduzca a todos a la felicidad.
Soldados.
En nombre de la democracia, debemos unirnos todos.
Al principio hay deseo. Luego pasión. Luego sospecha. Celos, ira, traición.
Cuando el amor es para el mejor postor no se puede confiar, y sin confianza no hay amor.
Los celos. Si, los celos te volverán loco...




El corazón se derrumba, triste. Las sombras delatan suspiros aún no exhalados. Es oscuro cuando se muere algo en el interior...
Mas existen algunas cosas eternas, y hasta el carcelero bien lo sabe. Mañana saldrá el sol.
Llegará pronto, o tarde, o justo a tiempo. Y reiré.
¡Llaves! ¡Quién las quiere, cuando mi corazón ganará la fuerza de cien colosos!
Y romperé esa celda fría, para hacer de ella mis hermosas alas de experiencia...
Y llegaré más bella, como el ave fénix, a despertar de la tristeza y ¡vivir!
pues me di cuenta de que, con todo, jamás dejé de observar el horizonte...
La tormenta se aproxima. Cómo admiro a la tormenta. Las nubes cubrían mi cabeza, y las gotas de lluvia empezaban a empaparme. A los autobuses les gustan los domingos por la noche y las carreteras vacías y a mi ver las calles sin coches iluminadas solamente con la luz de los semáforos. Un momento en el que vivo yo sola en una enorme ciudad de ruidos, bocinas, gritos. Pero ahora estoy sola, sabiendo que parte de mi vida es como un circo para el que no tengo entrada. La felicidad se me escapa de los ojos por mucho que quiera alcanzarla. Al otro lado del teléfono no oigo nada. Y ahora mismo, como en muchos otro momentos, no hay palabras que me rescaten de los días grises. Así que saco mi alma a pasear por el arcoiris después de esa tormenta, pero la encuentro muerta de frío sentada en un banco. Las promesas se terminan desdibujando en el infinito y no tengo nada para llevarme a los labios. La soledad me araña las entrañas, a pesar de que sé perfectamente que muchas veces a sido mi compañera más leal.
Me acerco a la ventana y pierdo poco a poco el aire. Escribo en el vaho mensajes que nadie podrá ver nunca, para después borrarlos con la mano rápidamente. Y mi mente se dirige a las vías del tren, donde el aire puede correr y despeinar los cabellos de forma salvaje, y el ferrocarril sigue su curso. La vida pasa, aunque también pesa. Los sueños se esconden en mi maleta, para esperar un nuevo viaje que quizás nunca realice.


Mi único deseo era viajar a la luna y a ti se te olvidó como llevarme, cuando sólo necesitabas palabras y caricias...


"Cuando el cielo se oscureció y aunque no eran más que nubes,
tuve la sensación de que todo se terminaba y la sensación de haber
sentido lo mismo un millón de veces antes."
Ray Loriga