Pride and prejudice.



- Señorita Elizabeth, he luchado en vano y ya no lo soporto más, estos últimos meses han sido un tormento. Vine a Rosings con la única idea de verla a usted. He luchado contra el sentido común, las expectativas de mi familia, su inferioridad social, mi posición y circunstancia, pero estoy dispuesto a dejarlas a un lado y pedirle que ponga fin a mi agonía.


- No comprendo.

- La amo...ardientemente. Por favor, le ruego que acepte mi mano.

- Sr... yo... me hago cargo de la lucha que ha mantenido y lamento mucho haberle hecho sufrir, creeme que no ha sido deliberado.

- ¿Esa es su respuesta?

- Si, Sr.

- Se esta...¿se esta riendo de mi?



- No.

- ¿Me esta rechazando?

- Estoy segura de que esas consideraciones que le han estado frenando le ayudaran a superarlo.

- ¿Puedo preguntarle porque me rechaza sin fingir algo de cortesía?




- Y yo ha usted porque se ha permitido decirme con el propósito evidente de ofenderme que me quiere contra los dictados de su razón.

- No, creeme...

- Si, si... ¡ha sido descortés! ¡Tendría usted una escusa pero tengo otras razones y usted lo sabe!

- ¿Que razones?

- ¿Cree que yo podría caer en la tentación de aceptar al hombre que ha destruido la felicidad de mi adorada hermana? ¿Se atreve a negarlo, Sr. Darcy?
Usted separó a una joven pareja que se amaba y expuso a su amigo a la censura del mundo y a mi hermana a la burla que despiertan las esperanzas frustradas sumiéndoles a los dos en el mas vivo error.



- No lo niego.

- ¿Como puedo hacerlo?

- Porque creí que su hermana le era indiferente..

- ¿Indiferente...?

- Les observé y comprendi que su interés era más grande que el de ella.

- ¡Porque ella es tímida!

- Bingley también lo es, pero estaba convencido de que ella no le amaba.

- ¡Usted le convenció de ello!

- ¡Lo hice por su propio bien!



- ¡Mi hermana apenas me expresa sus sentimientos! Me imagino que piensa que su fortuna también era un factor...

- ¡No! Yo no haría tal deshonor a su hermana aunque se sugirió...

- ¡Qué se sugirió? 

- Era evidente de que se trataba de un casamiento ventajoso.

- ¿Es que mi hermana dio esa impresión?

- No, no...no, pero sin embargo tengo que admitir que influyo lo de su familia.

- ¿El deseo de conocer gente? ¡Al Sr. Bingley no parecía disgustarle!

- No, era más que eso.

- ¿Que era?

- Era la falta de distinción de su madre de sus tres hermanas pequeñas incluso de su padre.
Perdóneme, usted y su hermana Jane quedan excluidas de esto.

- ¿Y que me dice del Sr Wichkam?



- ¿El Sr. Wichkam?

- ¿Como puede usted excusar su comportamiento hacia él?

- Parece muy interesada en los problemas de ese caballero.

- Me contó sus desventuras.

- Oh, claro, sus desventuras han sido muy grandes.

- Usted arruino sus posibilidades y habla de él con desprecio. 

- ¿De modo que esa es la opinión que tiene de mi? Le agradezco que haya sido tan franca. Quizá hubiera pasado por alto mis faltas si su orgullo...


- ¿Mi orgullo?!

- ...mis escrúpulos sobre nuestra relación. ¿Esperaba usted que dijiese que me encantaba la vulgaridad de su familia?

- ¿Y esas son las palabras de un caballero? Desde el momento en que le conocí su arrogancia, su engreimiento y su desden hacia los sentimientos ajenos me hicieron comprender que usted sería el último hombre en el mundo con el que decidiría casarme.



- Disculpeme por haber abusado tanto de su tiempo.

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