
Esnifar los rayos de sol y descongelar el cerebro, y sentir que no estamos muertos...

Instantes y sueños de segundos compartidos.
È la magia che con un solo salto ci fa volare dentro all’aria come bollicine...

La sonrisa despeinada de ir en contra de los vientos.

Dejar un folio en blanco para la improvisación.

Si canto pareceré la marea esperada y asomaré a la playa con la timidez de la espuma...

Y dejar de crecer por momentos.

Por amor a la música...

Como dos gotas de agua de distintas nubes, que bajan y que suben.

Meravigliosa creatura...

Tardes de estudio bañadas en chocolate.

Al partir un beso y una flor, un "te quiero", una caricia y un adiós.

Nos conocimos un verano, pero aún nos quedan mil inviernos por vivir...

Respirar el sonido de las notas y oler los acordes que se acaban difuminando en el aire...

Seguiremos siendo tus "CAPULLITOS"

Conocen la forma de hacerme reír...

Música, luces y poesía enganchados a una ronca voz...

Todo lo que no aprendí, nunca se me ha olvidado. No he perdido la razón, ni tampoco la he encontrado...
Otro año se va con viajes que siempre se recuerdan, con personas que no desaparecerán. Con sueños en la pluma aún por escribir y realizar.
Granada con un corazón lleno de voces y Lapido entre sus calles.
Quizás ha habido lágrimas, pero también risas, y con todo aprendí que los sueños, sueños son, pero nunca se puede dejar de volar.
Y aunque parezca insensato, escuchar el corazón es la opción más acertada.
Nunca se sabe cuando Walt Whitman tocará las alas de mi alma o cuando Luar na Lubre aterrizará en mi corazón. Si la promesa de ser Thelma & Louise con Ella por un día aún permanecerá... O si volveré a estar con Les Lunettes du soleil... par tojour...
Que llegue alguien cuando menos te lo esperas y consigue sacar las mejores de mis sonrisas, no tiene precio.
Pero a pesar de lo que pueda encontrarme en el camino, puedo apreciar una verdad reconocida por mí: “seguir la trayectoria que llevan las nubes” es lo mejor que puedo hacer.

















