Esperando, como en un desierto, esperando que llegue algo bueno. Y me suelo preguntar: ¿qué espero? Las mariposas de mi estómago ansían alzar sus alas y empezar a volar, porque yo falté a mi promesa. Tengo un tejado esperando la noche y a que me tumbe a mirar las constelaciones del cielo.
Y por más que mis costillas intenten proteger mi "corazón oxidado", me siguen clavando los mismos puñales, y los mismos ojos. Pero mis ganas de ser feliz aún no han perecido.
Es como si la nostalgia se sumergiera en un nenúfar de Monet, pero en sepia.
Y mis segundos se consumen como un cigarro, mientras arranco Julio del calendario (aunque no haya terminado), sabiendo lo que me espera en Agosto.
Inevitable.
Destapa el pañuelo seda carmesí de tus ojos y envuelve tu corazón en él, pues solo si lo deseas y no esperas, no habrá puñal que atraviese su suave tejido. Sé la mariposa que acaricie cada bola de fuego del firmamento. Toma un pincel del color más vivo que encuentres y llene de luz las mansas y bravas aguas sobre las que fluye.
ResponderEliminarAbre, una vez más, durante el último día del viejo julio de 2012 la ventana y observa las nubes. ¿No te parece suficientemente bueno que estén ahí en ese instante para ti? Sonríe. Puede ser algo bueno :)
Senza parole... :) Grazie!
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