El son de Notre Dame.

Muy de mañana despierta a París la canción de Notre Dame.
Redoblan campanas por el Sena gris, suena el son de Notre Dame. 
Sus campanas que a veces son truenos, y otras veces parecen cristal.
Y siempre será el alma de la ciudad su canción. 
El son de Notre Dame.

Historias.

Jack contó historias a Aliena durante todo el verano.

En un principio, se encontraban ocasionalmente los domingos. 
Luego se veían de forma regular en el claro junto a la pequeña cascada. Le habló de Carlomagno y sus compañeros, así como de Guillermo de Orange y los sarracenos.Se sentía identificado con sus historias mientras las contaba. A Aliena le gustaba observar el cambio de expresiones en su rostro juvenil. Se indignaba con la injusticia, le aterraba la traición, le excitaba la bravura de un caballero y se conmovía hasta las lágrimas con una muerte heroica. Al ser sus emociones contagiosas, Aliena también se sentía conmovida. Algunos de los poemas eran demasiado largos para poder recitarlos en una sola tarde y, cuando Jack tenía que contar la historia por partes, siempre se interrumpía en el momento más emocionante, de modo que Aliena pasaba toda la semana preguntándose qué sucedería a continuación.

La joven jamás habló con nadie de aquellos encuentros. No estaba segura del motivo.Acaso fuera porque no esperaba que comprendiesen la fascinación de aquellas historias. Cualquiera que fuese la razón, dejó que la gente creyera que iba a sus habituales vagabundeos en la tarde de domingo. Y Jack hizo lo mismo sin comentarlo ni siquiera con ella. Más adelante, llegaron a un punto en que no podían decírselo a nadie sin que pareciese que confesaban algo de lo que se sentían culpables. De esa manera, y más bien de forma accidental, aquellos encuentros se convirtieron en secretos.

Cierto domingo, para variar Aliena leyó al mozo la Historia de Alejandro. A diferencia de los poemas de Jack, que giraban siempre sobre intrigas cortesanas, política, encarcelamiento y muertes repentinas en batallas, el romance de Aliena se refería tan sólo a asuntos amorosos y a magia. A Jack le atrajeron sobremanera aquellos nuevos elementos en las historias. Y, al domingo siguiente, se embarcó en un romance nuevo, fruto de su propia imaginación.

[Los Pilares de la Tierra]