Púlsame...

...y bailemos.

Atardeceres.

Atardeceres que me devuelve Octubre, con coincidencias sin sentido y filosofía a destiempo. Atardeceres para echar en falta una guitarra y cuatro acordes unidos a dos voces distintas.

Love, love, love... (8)

"He comprobado que casi todo lo que se ha escrito sobre el amor es cierto; Shakespeare dijo: "los viajes terminan con el encuentro de los enamorados". Que idea más extraordinaria. Personalmente nunca he experimentado nada ni remotamente parecido a eso, pero estoy convencida de que Shakespeare sí. 

Supongo que pienso en el amor más de lo que debería. Me admira constantemente su abrumador poder de alterar y definir nuestras vidas.

También fue Shakespeare quien dijo que el amor es ciego. Pues bien, estoy segura de que eso es verdad.

Para algunas personas, de forma inexplicable, el amor se apaga. Para otras, el amor sencillamente se va.
Si bien es cierto, por supuesto, que el amor también puede encontrarse, aunque sea sólo por una noche.

Sin embargo, existe otra clase de amor, el más cruel, aquel que prácticamente mata a sus víctimas. Se llama amor no correspondido (y en ese apartado, soy una experta).

La mayoría de historias de amor, hablan de personas que se enamoran entre sí, pero, ¿qué pasa con los demás? ¿quién cuenta nuestra historia? La de aquellos que nos enamoramos solos, somos víctimas de una aventura unilateral, somos los malditos de los seres queridos, los seres no queridos, los heridos que se valen por sí mismos, los discapacitados sin plaza de aparcamiento reservada. Si, estáis viendo a una de esas personas..."

[The Holiday]

¿Por qué tú, Otoño?

El invierno no ha empezado aún. Y el año está a punto de acabarse.

Los paisajes cambian. 

El olor a libros nuevos y a maletas llenas.

El tiempo que permanece el Sol sobre el horizonte reduce por momentos.

Una partida de ajedrez, ¿por qué no?

Una taza de chocolate caliente. Suena bien.

Según la moda, nueva temporada, y yo estoy de acuerdo.

Los colores más bonitos. 

Las hojas de los árboles sobre aceras y, a veces, en algún banco con iniciales de enamorados.

Golpes de frío y calcetines calientes.

Cambio de hora, cambio de rutina.

Volvemos a los días cortos y a las noches más intensas, con los sueños por los tejados.

Me sigo sintiendo como Amelie. 

Lluvia. También de poesía.

Pañuelos en el cuello y vaho en el aire. 

Septiembre, Octubre, Noviembre... perfectos.

Me han dado motivos para hacer del Otoño mi estación...

De esos poetas ya muertos...

"Les contaré un secreto: no leemos y escribimos poesía porque es bonita, leemos y escribimos poesía porque pertenecemos a la raza humana; y la raza humana está llena de pasión.
La medicina, el derecho, el comercio, la ingeniería... son carreras nobles y necesarias para dignificar la vida humana, pero la poesía, la belleza, el romanticismo, el amor son cosas que nos mantienen vivos."

Arte poética.

Entre sombra y espacio, entre guarniciones y doncellas, 
dotado de corazón singular y sueños funestos, 
precipitadamente pálido, marchito en la frente
 y con luto de viudo furioso por cada día de vida,
ay, para cada agua invisible que bebo somnolientamente 
y de todo sonido que acojo temblando, 
tengo la misma sed ausente y la misma fiebre fría 
un oído que nace, una angustia indirecta, 
como si llegaran ladrones o fantasmas,
y en una cáscara de extensión fija y profunda, 
como un camarero humillado, como una campana un poco ronca, 
como un espejo viejo, como un olor de casa sola 
en la que los huéspedes entran de noche 
perdidamente ebrios, y hay un olor de ropa tirada al suelo, 
y una ausencia de flores -posiblemente de otro modo aún menos melancólico-, 
pero, la verdad, de pronto, el viento que azota mi pecho, 
las noches de substancia infinita caídas en mi dormitorio, 
el ruido de un día que arde con sacrificio me piden lo profético que hay en mí, 
con melancolía y un golpe de objetos que llaman sin ser respondidos hay, 
y un movimiento sin tregua, y un nombre confuso.

[Pablo Neruda]