Veo como poco a poco siento que me acostumbro a los gritos, tanto los de fuera como los que se oyen en mi interior, y cada vez siento una nueva tensión, como una ligera bruma que poco a poco se vuelve más densa, creando un vicio: el aire.
El camino se llena de cables invisibles que se entrecruzan y entrelazan, impidiéndome el paso. Se crean incluso paredes con rejas que queman los sueños.
Y al final acabo observando las llamas del fuego, por si me encuentro las respuestas que necesito y que una vez alguien las encontró en otro lugar, y en otro tiempo… y busco algún mapa que algún insensato haya dibujado en la tierra. Termino recurriendo a la desesperación porque mi aparente sexto sentido únicamente me permite percibir la tensión como una telaraña que todo lo abarca, y donde mi limitada percepción número seis se queda atrapada en la seda, y cuanto más se retuerce, más se apresa…
Acabo sentándome con la cabeza entre las manos y mirando entre las cajetillas de tabaco por si hay escondida alguna llave, pero el metal no se ve y tengo que vaciarlas, para advertir que tampoco se encuentra en el fondo. La respiración se hace cada vez más complicada, porque no me he olvidado de esos cables que atan las piernas como si fueran cadenas de hierro que fuerzan delirios, y el corazón resbala por los rincones de esta cárcel. Pero espero cada vez más y más… y sueño tanto y tan firme que mi cerebro se hace añicos. Mi vida transcurre encerrada en una prisión, y aún teniendo mil ventanas, no puedo darme a la fuga…
Sonríe... no dejes de sonreir...
Sonríe, sonríe, sonríe... sí, sonríe...
"Escucha, reconcentrado y silencioso, lo que ahora musitaré
para ti.
Yo te amo, ¡oh!, tú que me posees enteramente,
¡Oh!, que tú y yo huyamos del resto y nos marchemos
inmediatamente, libres y sin ley,
Dos halcones en el aire, dos peces en el mar no tendrían
más ley que nosotros."
Walt Whitman
para ti.
Yo te amo, ¡oh!, tú que me posees enteramente,
¡Oh!, que tú y yo huyamos del resto y nos marchemos
inmediatamente, libres y sin ley,
Dos halcones en el aire, dos peces en el mar no tendrían
más ley que nosotros."
Walt Whitman
Si no nos casamos antes de tus 30 y mis 32...
VIVIREMOS JUNTAS... con piscina y un descapotable azul! ^^
TE QUiiERO! ^^
. . .
Estoy muy confusa... tanto que si sigo escribiendo volverán a caer las lágrimas...
¿Qué me está pasando?
No quiero volver...
Aquel día dejé de existir... y no quiero volver... no quiero...
Canto a mí mismo... =)
Yo sé que poseo lo mejor del tiempo y del espacio, y que jamás he sido medido y que jamás lo seré.
Realizo un viaje perpetuo, (¡vamos, escúchame!)
Mis señas son un gabán para la lluvia, buen calzado, y un bastón tallado en el bosque;
ninguno de mis camaradas se ha acomodado en mi silla; porque yo no tengo ni silla, ni templo, ni filosofía; no conduzco a nadie a la mesa para comer, ni a la biblioteca, ni a la banca; pero a cada hombre y a cada mujer de entre vosotros yo los conduzco hasta una cima.
Mi mano izquierda rodeándoles el talle. Mi mano derecha mostrándoles los paisajes y el camino real.
Ni yo ni otro ninguno puede recorrer este camino en tu lugar; tú, sólo tú, debes recorrerlo. No es largo, está a tu alcance; quizá, sin percatarte, te hallas en él desde que naciste; quizá está en todas partes, en el mar y en la tierra.
Carga tu hato, hijo mío, yo me endosaré el mío, y apresuremos nuestra partida, en el camino encontraremos ciudades maravillosas y pueblos libres.
Si estás fatigado dame los dos fardos, y apoya la palma de tu mano sobre mi cadera,
Y llegado el momento, tú me rendirás el mismo servicio; porque una vez en marcha no nos detendremos más.
Hoy, antes del alba, trepé hasta la colina, y contemplé el cielo lleno de estrellas, y le he dicho a mi espíritu: “Cuando dispongamos de esos orbes, y disfrutemos del placer y del conocimiento de todas las cosas que en ellos existen, ¿reposaremos y seremos felices?”; y mi espíritu ha respondido: “No. Sólo alcanzaremos esa cúspide para transponerla y continuar más allá”. Tú también me interrogas y yo te escucho; te digo que no puedo responderte, que debes encontrar la respuesta tú mismo.
Siéntate un instante, hijo querido; aquí tenemos bizcochos para comer y leche para beber;
Pero, desde el instante en que te duermas y te repongas entre las suaves ropas, yo te daré un beso de despedida y abriré la puerta para que luego te puedas marchar.
Durante largo tiempo has tenido sueños despreciables; ahora yo retiro la venda de tus ojos;
debes habituarte a la claridad del día y de todos los instantes de tu vida.
Durante largo tiempo has braceado tímidamente, teniendo próxima una tabla, en el arroyo;
ahora yo quiero que seas un nadador intrépido, que te zambullas en plena mar, te alejes, me hagas señas y,
riendo, avances contra la corriente.
Walt Whitman
Realizo un viaje perpetuo, (¡vamos, escúchame!)
Mis señas son un gabán para la lluvia, buen calzado, y un bastón tallado en el bosque;
ninguno de mis camaradas se ha acomodado en mi silla; porque yo no tengo ni silla, ni templo, ni filosofía; no conduzco a nadie a la mesa para comer, ni a la biblioteca, ni a la banca; pero a cada hombre y a cada mujer de entre vosotros yo los conduzco hasta una cima.
Mi mano izquierda rodeándoles el talle. Mi mano derecha mostrándoles los paisajes y el camino real.
Ni yo ni otro ninguno puede recorrer este camino en tu lugar; tú, sólo tú, debes recorrerlo. No es largo, está a tu alcance; quizá, sin percatarte, te hallas en él desde que naciste; quizá está en todas partes, en el mar y en la tierra.
Carga tu hato, hijo mío, yo me endosaré el mío, y apresuremos nuestra partida, en el camino encontraremos ciudades maravillosas y pueblos libres.
Si estás fatigado dame los dos fardos, y apoya la palma de tu mano sobre mi cadera,
Y llegado el momento, tú me rendirás el mismo servicio; porque una vez en marcha no nos detendremos más.
Hoy, antes del alba, trepé hasta la colina, y contemplé el cielo lleno de estrellas, y le he dicho a mi espíritu: “Cuando dispongamos de esos orbes, y disfrutemos del placer y del conocimiento de todas las cosas que en ellos existen, ¿reposaremos y seremos felices?”; y mi espíritu ha respondido: “No. Sólo alcanzaremos esa cúspide para transponerla y continuar más allá”. Tú también me interrogas y yo te escucho; te digo que no puedo responderte, que debes encontrar la respuesta tú mismo.
Siéntate un instante, hijo querido; aquí tenemos bizcochos para comer y leche para beber;
Pero, desde el instante en que te duermas y te repongas entre las suaves ropas, yo te daré un beso de despedida y abriré la puerta para que luego te puedas marchar.
Durante largo tiempo has tenido sueños despreciables; ahora yo retiro la venda de tus ojos;
debes habituarte a la claridad del día y de todos los instantes de tu vida.
Durante largo tiempo has braceado tímidamente, teniendo próxima una tabla, en el arroyo;
ahora yo quiero que seas un nadador intrépido, que te zambullas en plena mar, te alejes, me hagas señas y,
riendo, avances contra la corriente.
Walt Whitman
– ¿Quién eres tu?
– Quien... 'quién' es solamente la forma de la función 'qué' y ¿qué soy? Un hombre con una máscara.
– Sí, eso ya lo veo.
– Naturalmente. No me cuestiono tu capacidad de observación, simplemente señalo lo paradójico que es preguntarle a un hombre enmascarado quién es. Pero en esta noche tan prometedora, permíteme que en lugar del banal sobrenombre, sugiera el carácter de esta "dramatis" persona... ¡Voilá!. A primera vista un humilde veterano de vodevil en el papel de víctima y villano, por vicisitudes del destino. Este visage, ya no más velo de vanidad, es un vestigio de la “vox populi”, ahora vacua, desvanecida. Sin embargo esta valerosa visión de una extinta vejación se siente revivida, y ha hecho voto de vencer el vil veneno de estas víboras en avanzada, que velan por los violentos viciosos y por la violación de la voluntad!. El único veredicto es venganza, ¡vendetta!, cómo voto y no en vano, pues la valía y veracidad de ésta un día vindicará al vigilante y al virtuoso. La verdad... está vichisoise de verborrea se está volviendo muy verbosa, así que sólo añadiré que es un verdadero placer conocerte, y que puedes llamarme “V”
– Quien... 'quién' es solamente la forma de la función 'qué' y ¿qué soy? Un hombre con una máscara.
– Sí, eso ya lo veo.
– Naturalmente. No me cuestiono tu capacidad de observación, simplemente señalo lo paradójico que es preguntarle a un hombre enmascarado quién es. Pero en esta noche tan prometedora, permíteme que en lugar del banal sobrenombre, sugiera el carácter de esta "dramatis" persona... ¡Voilá!. A primera vista un humilde veterano de vodevil en el papel de víctima y villano, por vicisitudes del destino. Este visage, ya no más velo de vanidad, es un vestigio de la “vox populi”, ahora vacua, desvanecida. Sin embargo esta valerosa visión de una extinta vejación se siente revivida, y ha hecho voto de vencer el vil veneno de estas víboras en avanzada, que velan por los violentos viciosos y por la violación de la voluntad!. El único veredicto es venganza, ¡vendetta!, cómo voto y no en vano, pues la valía y veracidad de ésta un día vindicará al vigilante y al virtuoso. La verdad... está vichisoise de verborrea se está volviendo muy verbosa, así que sólo añadiré que es un verdadero placer conocerte, y que puedes llamarme “V”
Volaremos hasta tocar las nubes con los ojos y nos perderemos entre cientos de olas azules para llegar a cualquier destino...
Le Fabouleux Destin d'Amélie Poulain... =)
El 3 de septiembre de 1973 a las 18 horas, 20 minutos, 32 segundos, un moscón de la familia de las Calliphoridae, capaz de batir las alas 14000 veces por minuto se posaba en la calle St. Vincent, Montmartre.
En el mismo instante, en un restaurante cerca del Moulin de la Gallette, el viento se colaba como por arte de magia bajo un mantel haciendo bailar unas copas sin que nadie lo viera.
Al mismo tiempo en la avenida Trudain 28 quinto piso del distrito número 9 de París. Lujen Conerd al regreso del entierro de su mejor amigo Emile Maginot, borraba su nombe de la agenda.
Siempre en ese mismo instante, un espermatozoide provisto de un cromosoma X perteneciente a Rafael Poulain se separaba del pelotón para alcanzar a un óvulo perteneciente a la señora Poulain, de soltera Amadine Foue. Nueve meses después nacía Amelie Poulain.
El padre de Amélie, ex médico militar, trabaja en un balneario termal de Enghien-les-Bains. Labios apretados indican dureza de corazón. A Rafael Poulain le disgusta orinar cerca de alguien, atraer miradas de desdén hacia sus sandalias, y salir del agua y sentir que se le pega el bañador. A Rafael Poulain le gusta arrancar a trozos el papel pintado, poner en fila todos sus zapatos y lustrarlos con esmero, vaciar su caja de herramientas, limpiarla bien y volver a ponerlo todo en su sitio.
La Madre de Amélie, Amandine, fue institutriz nacida en Gueugnon, es de naturaleza inestable y nerviosa ( tic facial indica agitación neurótica). A Amandine Poulain le disgusta que el agua caliente le arrugue la yema de los dedos, que alguien que no le gusta le roce la mano y tener marcas de almohada en las mejillas al despertar. A Amandine Pouilan la gusta la ropa de los patinadores artísticos, dejar el parquet como una patena, vaciar el bolso, limpiarlo bien y ordenarlo de nuevo.
Amélie tiene 6 años. Como a todas las niñas le encantaría que su padre la cojiese en brazos de vez en cuando, pero él solo tiene contacto físico con ella durante el examen médico mensual. La pequeña, desconcertada por esta intimidad excepcional, no puede impedir que su corazón lata con fuerza, por ello su padre la cree víctima de una anomalía cardíaca. A causa de esta ficticia enfermedad, la niña no va a la escuela y es su madre quien hace de profesora.
Privada del contacto con otros niños, debatiéndose entre el nerviosismo de su madre y el frio distanciamiento de su padre, Amélie se refugia en un mundo imaginario inventado por ella. En él, los discos de vinilo se fabrican como crepes, i la vecina (en coma des de hace meses) está así porque ha decidido dormir de un tirón las horas que le restan de sueño en toda su vida.
El único amigo de Amélie se llama Cachalote, por desgracia el ambiente familiar le ha vuelto neurasténico y suicida. Los intentos de suicidio de Cachalote aumentan el estrés materno. Se toma una decisión.
Para animar a Amélie, su madre le regala una instamatic Kodak de segunda mano. Aprovechándose de la ingenuidad de Amélie, un vecino le hace creer que su cámara tiene un defecto: provoca accidentes.
Como ha tomado fotos toda la tarde, la espantosa duda asalta a la niña al caer la noche y se derrumba ante la tele agobiada por la responsabilidad de un gigantesco incendio, dos descarrilamientos y la caída de un boin 747. Unos días después, al darse cuenta de que su vecino se burló de ella, Amélie decide vengarse. [...]
Privada del contacto con otros niños, debatiéndose entre el nerviosismo de su madre y el frio distanciamiento de su padre, Amélie se refugia en un mundo imaginario inventado por ella. En él, los discos de vinilo se fabrican como crepes, i la vecina (en coma des de hace meses) está así porque ha decidido dormir de un tirón las horas que le restan de sueño en toda su vida.
El único amigo de Amélie se llama Cachalote, por desgracia el ambiente familiar le ha vuelto neurasténico y suicida. Los intentos de suicidio de Cachalote aumentan el estrés materno. Se toma una decisión.
Para animar a Amélie, su madre le regala una instamatic Kodak de segunda mano. Aprovechándose de la ingenuidad de Amélie, un vecino le hace creer que su cámara tiene un defecto: provoca accidentes.
Como ha tomado fotos toda la tarde, la espantosa duda asalta a la niña al caer la noche y se derrumba ante la tele agobiada por la responsabilidad de un gigantesco incendio, dos descarrilamientos y la caída de un boin 747. Unos días después, al darse cuenta de que su vecino se burló de ella, Amélie decide vengarse. [...]
Ella es Suzanne, la dueña. Suele beber, pero nunca ha derramado un vaso. Siendo joven fue bailarina ecuestre. Le gustan los deportistas que lloran por un fracaso, y le disgusta ver en su cafetería a un hombre que es humillado ante su hijo. En el estanco trabaja Georgette, la pobre es hipocondríaca, cuando no tiene migrañas le molesta la ciática. Le disgusta oír la frase: "Que Dios bendiga el fruto de tu vientre".
Esta es Gina, la compañera de Amelie. Su abuela era curandera. Lo que le gusta es hacer crujir los huesos de los dedos. La vemos sirviendo un batido de frambuesa a Hipólito, un escritor fracasado. A él lo que más le gusta es ver cornear a un torero por la tele. El tipo que les mira con el ceño fruncido es Joseph, un amante celoso rechazado por Gina. Espía para comprobar si alguien le sustituye; le gusta reventar las burbujas del plástico de embalaje. Y por último Philómene, la azafata. Amelie cuida a Rodri, su gato cuando ella está de viaje. A Philómene le gusta el ruido que hace el cuenco de su gato. A Rodri le encanta estar presente cuando cuentan cuentos a los niños.
Me gustaría saber...
...cuál es el roce de tu piel.
...cuál es el perfume que desprende tu cuerpo.
...cuál es el sabor de tu cuello.
...cuál es tu mirada más insondable.
...cuál es el palpitar de tu corazón.
...cuál es el sonido de tu voz cuando hablas conmigo.
...cuál es la sensación que tengo cuando pronuncias mi nombre.
...cuál es tu mirada cuando no apartas tus ojos de los míos.
...cuál es el sabor de tu boca en mi paladar.
...cuál es el fuego que puedo llegar a sentir estando contigo.
...cuál sería la sensación de abrazarte por un instante.
...cuál es el camino que puede haber entre nosotros y el cielo.
"- ¿Te has dado cuenta de que tiene seis sonrisas distintas?
- ¿Tiene 6 sonrisas?
- Si.
Una cuando algo le provoca una risa de verdad.
Otra diferente si se ríe por cortesía.
Tiene otra cuando hace planes.
Otra cuando se ríe de sí misma.
Otra cuando esta incómoda.
Y otra cuan…otra cuando habla de sus amigos..."
- ¿Tiene 6 sonrisas?
- Si.
Una cuando algo le provoca una risa de verdad.
Otra diferente si se ríe por cortesía.
Otra cuando se ríe de sí misma.
Otra cuando esta incómoda.
Tengo la pequeña, pero odiosa manía de pensar demasiado en las mismas cosas. Me paso la vida pensando si hice algo peor o mejor, el "qué habría pasado si hubiera..." El pánico que le tengo al futuro me hace pensar en el presente más de lo necesario. Pero a partir de ahora me quiero considerar admiradora del presente.
De lo bello del amanecer y de ver un nuevo día, a pesar de la lluvia, un cielo azul, de lo bonito de despertar y ver la nieve caer tras la ventana, o sin estar tras ella. No me importa las vueltas que doy y daré en la vida, si he estado delante o detrás, arriba o abajo, qué calles dejo o no dejo de transitar y de qué manera.
Lo importante es lo que llevo dentro, la felicidad de las pequeñas cosas, como decía Amelie, los sueños que aún no se han cumplido. El camino que me ha llevado hasta ese punto es únicamente eso, un camino, y mi mirada siempre debe dirigirse hacia el norte. Un aplauso a quienes pueden vivir de lo que les dicta el corazón, a quienes saborean el último sorbo del café. A los que sueñan por el día, duermen algunas noches, otras se las fuman calada a calada. A los que lloran en el cine si la escena es triste, a todos que se lazan a vivir aventuras sin ser niños, porque eso es la vida misma.
Aprovechar cada instante y arrojar todos los relojes, ya sean de cuerda, de pulsera o de arena, por la ventana. A quienes pueden gritar, incluso cuando saben que pueden oirles. Pasar de formalismos. A mi me importa más si la gente sonríe que si van bien vestidos. Y empezaré a comer como quiera, cuando quiera y donde quiera, sin importar el lado donde esté el tenedor.
Un hurra para los que pueden hacer lo que sienten y de la forma en que lo sienten. Los que pueden vivir intensamente si el de al lado es un poco más feliz. El mundo puede cambiar, y los colores pueden existir si yo los pinto. Pasar de superficialidades y vivir, vivir de verdad. Todo cambia según el cristal con él que se mira, así pues, debemos llevar cristales de colores. Quisiera ver un atardecer y retratarlo en mis ojos, descubrir el mejor sabor del mundo para saborearlo, vivir un momento maravilloso y grabarlo en mi corazón.
A veces pienso que si nunca encuentro lo que busco, es porque tengo que mirar atrás y encontrar el lugar donde nacen los sueños. O buscar el mar, o el amor. O el sol, o la tormenta.
He de vivir, reir... pero sobre todo, soñar...
Ha empezado a surgir una magia en estas fechas que hace que todo cobre sentido. O tal vez sea que los días de lluvia han hecho las maletas y hoy me despierto con un sol resplandeciente, capaz de sacarme la mejor de mis sonrisas. O puede incluso que una mirada me haya hecho recobrar la esperanza. Puede que haya terminado la extraña costumbre que tengo de todo lo que tengo delante de mí o que haya aprendido que lo mejor que he podido hacer es esperar. Yo sé que hubo un tiempo en el que dejé de existir, y todo acabó para mí. Pero ahora todo ha vuelto a cambiar. Ese vacío interior que antes era gris, se ha llenado con los colores de la primavera.
Parece que todo empieza a ser perfecto. Recuerdo cómo el viento me despeinaba y me enfriaba la nariz hace unas horas. Como los granitos de arena se movían en un baile, y dentro de mí sonaban mil canciones. Y escuchaba la voz de una de ellas, una voz que sonaba en mi interior haciéndome sentir tan… viva. Viva de nuevo. Deseaba que esa voz no se apagara, que pudiera seguir fluyendo por todos los conductos de mi cuerpo, llenándolos con esa melodía tan dulce. Era como estar en otro lugar, en un lugar desconocido para mí, pero increíblemente maravilloso. Lejos de todo, pero cerca de algo nuevo. Cerca de alguien a quien yo no esperaba, junto con su voz. Esa voz…
Cualquier intento por sacar lo que llevaba dentro era imposible. Como cuando Alicia se hacía pequeñita, y veía el mundo tan grande que la ahogaba. Había olvidado como escribir, ya no sabía perderse en los misterios de los edificios antiguos, quería escapar. Aquella ciudad gris la ahogaba. El humo de los coches hacía desaparecer los colores bonitos de los corazones. Las letras de los apuntes se emborronaban entre ese humo. Un día escribió sobre las diferentes capas de pintura de una pared. Al final, no queda ni un sólo resto de lo que hubo por primera vez. Y en la superficie, un cartel anuncia el próximo concierto. Conocía todos los portales de aquella ciudad maldita, las aceras, el color del atardecer y las noches naranjas. Que tanto odiaba. A veces se respiraba paz, a veces era imposible respirar. Sin guantes, pero sin las manos frías. Había hablado tanto de su corazón que ahora se había quedado sin palabras, quizá estaban entre ese humo. El humo del invierno. Suspiraba por tener una azotea desde donde mirar todo lo que ocurría, y acababa por hacerla en su mente. Desde esa azotea vislumbraba todas las historias que había creado, con o sin final. Un joven disfrazado de mimo lleno de pecas. Una señora tocando el piano con sus manos huesudas. Melodías desafinadas, el acto final. Se rompió entre las vías de un tren y se desplomó queriendo volver a empezar. Los trenes idealizados, los bocadillos de domingo, sal en el mar y en los ojos. Lienzos pintados de rojo pasión o de rojo sangre, la de un corazón que apenas renace. Personajes reales e inventados. Quién sabe a dónde van los deseos, o lo difícil que es renunciar a un sueño. Había imaginado futuros, futuros diferentes. La lluvia se lo había llevado todo, maldita ciudad lluviosa. Removiendo el café se había encontrado con diferentes miradas en el fondo de la taza, luminoso, oscuro. La ilusión del primer día y la amargura de la última noche. Cuando no sabía qué le iba a deparar la vida cerraba los ojos y ahí estaba. Desaparecían todos los personajes, todas las historias, se callaba el corazón, se quedaba tranquilo. Emergía un faro, azul. De repente, se tranquilizaba por dentro. El mar en calma, los susurros de la marea. Los ojos cerrados, y la vida como un libro que se cierra y vuelve a abrir. En la primera página aparecía una niña con una sonrisa inocente. Había eliminado todos los fantasmas. Todo el dolor. Ya sólo quedaban cicatrices apenas visibles, heridas olvidadas, recuerdos escondidos. Y unas terribles ganas de vivir…
¿Quien soy?
Digamos que soy alguien,y eso quiere decir que estoy viva, pero tantas han sido las veces en las que no sabia quien era, en las que había desaparecido, incluso en las que dejé de existir...
No me conozco a mi misma, y hay momentos en los que dudo si soy lo que yo soy, por que es tal la cuestión que llego a pensar que no soy nada,que no soy nadie, pero es que se que soy algo, porque puedo pensar, puedo sentir, pero entonces, ¿cómo que a veces dudo de quien soy?
¿Puede ser que alguien se conozca completamente?
Es tal la rapidez con la que cambio de opinión, que me sorprendo a mi misma...
No se por que, ahora me pregunto qué será de mi vida cuando sea una viejecilla medio sorda que ande con su bastón para no caerse...
Quizás ahora esté hablando de esto porque ya no soy lo que era antes, y ojalá pueda volver al pasado y ser una niña inocente que no hace mas que locuras sin tener en cuenta lo que puede pasar...Ahí la vida no me daba golpes tan brutales cómo los que ahora me doy, como cuando me golpeo con la pata de la mesa en el dedo meñique del pie...Puede que los diera, pero era feliz cada momento...
Sigo sin saber quién soy, y cuál es realmente mi función...
Digamos que soy alguien,y eso quiere decir que estoy viva, pero tantas han sido las veces en las que no sabia quien era, en las que había desaparecido, incluso en las que dejé de existir...
No me conozco a mi misma, y hay momentos en los que dudo si soy lo que yo soy, por que es tal la cuestión que llego a pensar que no soy nada,que no soy nadie, pero es que se que soy algo, porque puedo pensar, puedo sentir, pero entonces, ¿cómo que a veces dudo de quien soy?
¿Puede ser que alguien se conozca completamente?
Es tal la rapidez con la que cambio de opinión, que me sorprendo a mi misma...
No se por que, ahora me pregunto qué será de mi vida cuando sea una viejecilla medio sorda que ande con su bastón para no caerse...
Quizás ahora esté hablando de esto porque ya no soy lo que era antes, y ojalá pueda volver al pasado y ser una niña inocente que no hace mas que locuras sin tener en cuenta lo que puede pasar...Ahí la vida no me daba golpes tan brutales cómo los que ahora me doy, como cuando me golpeo con la pata de la mesa en el dedo meñique del pie...Puede que los diera, pero era feliz cada momento...
Sigo sin saber quién soy, y cuál es realmente mi función...
Mi voz se hunde en estas palabras, y solamente puedo escuchar el sonido, ahora irregular, de mi respiración
Ahora, solo me queda mirar el atardecer, y quizas, solo quizas, pueda volver a soñar...
Volveré a ver el cielo, y tocaré de nuevo el viento...
Algún dia, en algún lugar...
Ahora, solo me queda mirar el atardecer, y quizas, solo quizas, pueda volver a soñar...
Volveré a ver el cielo, y tocaré de nuevo el viento...
Algún dia, en algún lugar...
Desesperación
De todos los sentimientos
Expandidos por el viento,
Sólo traspasan mi alma
Esos que rayan su calma
Sobre los cielos abiertos
Por mil futuros inciertos.
En las horas de silencio
Rezo por si Dios existe
Antes de ponerme triste
Contando con que la vida
Invierta su perspectiva
O sólo tendré un futuro
Negro, cerrado y oscuro.
Quiero saber...
Quiero saber por qué el otoño es gris,
por qué me voy a morir...
Si yo quiero vivir...
Yo quiero saber por qué los niños lloran al nacer...
Quiero gritar a todo el que me oiga
que es mejor olvidar...
Reir que no llorar, quiero gritar otra vez
que todo en este mundo no es maldad...
Quiero saber, por qué una madre a un hijo
siempre lo ha de querer...
Por qué entre los hermanos el amor se ve correr...
Por qué un hombre ama a una mujer...
-¿Qué te ocurre?
-Nada, estoy pensando...
-¿En qué piensas?
-En la distancia...
-¿Enamorada?
-¿Quién sabe?
-¿Por qué lloras?
-Porque tengo miedo a perder algo, algo que ni siquiera es mio...
-Nada, estoy pensando...
-¿En qué piensas?
-En la distancia...
-¿Enamorada?
-¿Quién sabe?
-¿Por qué lloras?
-Porque tengo miedo a perder algo, algo que ni siquiera es mio...
Si fuera...
Si fuera un mes: Diciembre
Si fuera un año que ha pasado: 2009
Si fuera un día de la semana: Viernes.
Si fuera un planeta: Venus
Si fuera una hora del día: La hora en la que se oculta el sol...
Si fuera una bebida: Coca - Cola
Si fuera un instrumento musical: La flauta travesera
Si fuera una fruta: El melón.
Si fuera una serie de televisión: Perdidos
Si fuera un sabor: El limón
Si fuera un dibujo animado: Esmeralda
Si fuera una forma: Una estrella
Si fuera un olor: La gasolina
Si fuera un vicio: El tabaco
Si fuera un postre: Helado de nube
Si fuera una comida: Macarrones
Si fuera un CD: Agotarás
Si fuera una canción: Silver Bride
Si fuera una asignatura: Música
Si fuera un deporte: Patinaje sobre hielo
Si fuera un número: 2
Si fuera una edad: 18
Si fuera un color: El negro
Si fuera una ciudad extranjera: Venecia
Si fuera una ciudad española: Granada
Si fuera un mueble: La cama
Si fuera un invento: El MP3
Si fuera una película: Thelma & Louise
Si fuera un director de cine: Tim Burton
Si fuera una profesión: Músico
Si fuera un país: Italia
Si fuera un sentimiento: Esperanza
Si fuera una virtud: La nobleza
Si fuera un defecto: El pesimismo
Si fuera un libro: Los pilares de la tierra
Si fuera un escritor: William Shakespeare
Si fuera un cantante famoso: James Heatfield
Si fuera un grupo de música: Amorphis
Si fuera una prenda de vestir: Unos pantalones anchos
Si fuera una flor: La rosa roja
Si fuera un cuadro: Lluvia, vapor y velocidad.
Si fuera un pintor: Monet
Si fuera un compositor: Hans Zimmer
Si fuera un agente meteorológico: Una tormenta
Si fuera un lugar: La orilla del río.
Si fuera un animal: El león
Si fuera un dedo de la mano: El dedo meñique
Si fuera un complemento: Un anillo de plata
Si fuera un escultor: Miguel Angel
Si fuera una escultura: Amor y Psique
Si fuera un monumento: El Coliseo Romano
Si fuera una catedral: Notre Dame de París
Si fuera un idioma: El italiano
Si fuera una obra de teatro: La casa de Bernarda Alba
Si fuera un poeta: Walt Whitman
Si fuera una parte del cuerpo: Las manos
Si fuera un momento del día: El atardecer
Si fuera una estación: El invierno
Si fuera una palabra: Libertad
Si fuera un superhéroe: Spiderman
Si fuera un arte: La música
Si fuera una carrera profesional: Musicología
Si fuera un filósofo: I. Kant
Si fuera un período histórico: La Edad Media
Si fuera una actriz: Susan Sarandon
Si fuera un actor: Paul Newman
Si fuera un personaje histórico: Albert Einstein
Si fuera una frase: "El único misterio que nunca pude resolver era por qué mi corazón no podía olvidarte"
Si fuera un elemento de la naturaleza: El fuego
Si fuera cualquiera otra persona: Seguiría siendo yo.
El escondite... =)

Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres.
Cuando EL ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, LA LOCURA, como siempre tan tierna, les propuso: ¿Jugamos al escondite?
LA INTRIGA levantó la ceja intrigada, y LA CURIOSIDAD, sin poder contenerse preguntó: ¿al escondite? ¿Y cómo es eso?
Es un juego - explicó LA LOCURA-, en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras ustedes se esconden, y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego.
EL ENTUSIASMO bailó secundado por LA EUFORIA.
LA ALEGRÍA dio tantos saltos que terminó por convencer a LA DUDA, e incluso a la APATÍA, a la que nunca interesaba nada.
Pero no todos quisieron participar, LA VERDAD prefirió no esconderse ¿para qué? Si al final siempre la hallaban, la SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella) y LA COBARDIA prefirió no arriesgarse...
Uno, dos, tres... comenzó a contar LA LOCURA.
La primera en esconderse fue LA PEREZA, que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino.
La FE subió al cielo y LA ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.
LA GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos. ..que si un lago cristalino, ideal para LA BELLEZA, que si la rendija de un árbol, perfecto para LA TIMIDEZ, que si el vuelo de una ráfaga de viento, magnífico para LA LIBERTAD. Así terminó por ocultarse en un rayito de Sol.
EL EGOISMO en cambio encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo... pero sólo para él.
LA MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos (mentira, en realidad se escondió detrás del arcoiris) y LA PASIÓN Y EL DESEO en el centro de los volcanes.
LA MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos (mentira, en realidad se escondió detrás del arcoiris) y LA PASIÓN Y EL DESEO en el centro de los volcanes.
EL OLVIDO... se me olvidó donde se escondió...pero eso no es lo importante.
Cuando LA LOCURA contaba 999.999, EL AMOR aún no se había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado...hasta que encontró un rosal y enternecido decidió esconderse entre sus flores.
Un millón, - contó LA LOCURA- y comenzó a buscar.
La primera en aparecer fue LA PEREZA sólo a tres pasos de una piedra.
Después se escuchó a LA FE discutiendo con DIOS en el cielo sobre teología y a LA PASIÓN y EL DESEO los sintió en el vibrar de los volcanes.
En un descuido encontró a LA ENVIDIA y claro, pudo deducir donde estaba EL TRIUNFO.
AL EGOISMO no tuvo ni que buscarlo, el sólo salió de su escondite, había resultado ser un nido de avispas.
De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió LA BELLEZA y con la DUDA resultó más fácil todavía pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún de que lado esconderse.
Así fue encontrando a todos, EL TALENTO entre la hierba fresca, a LA ANGUSTIA en una oscura cueva, a LA MENTIRA detrás del arcoiris (mentira, si ella estaba en el fondo del océano) y hasta EL OLVIDO...que ya se le había olvidado que estaban jugando al escondite, pero sólo EL AMOR no aparecía por ningún sitio, LA LOCURA buscó detrás de cada árbol, cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas y cuando estaba por darse por vencida divisó un rosal y las rosas... y tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó. Las espinas había herido en los ojos AL AMOR; LA LOCURA no sabía que hacer para disculparse, lloró, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo.
Desde entonces, desde que por primera vez se jugó al escondite en la tierra...
EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA SIEMPRE LO ACOMPAÑA.
Mi mirada tenue solía fundirse en la línea del horizonte, creyendo que ese sería uno de mis retos. Estoy cansada, pero aún mantengo mi mirada, permanezco viva, o al menos con ganas de seguir viviendo.Pero creer en mí también ha sido otro de mis retos. Siempre lo ha sido. Una meta que sólo he alcanzado una vez... Sólo una.
¿Pero quién soy realmente? Me hubiera gustado fundirme en mi mundo, pero incluso es complicado para mí, que soñaba siempre con no abandonarlo jamás... Pero siempre he sido consciente de que no podía satisfacerme por completo.
Soñar, ¿qué es soñar? Volar... quizás... sólo quizás...
Sin reflexionar, sin pensar en nada. Ojalá fuera tan sencillo, ¿verdad?
Libertad. Siempre me ha gustado esta palabra, por la fuerza que posee. Es una liberación del cuerpo, pero también del alma, del espíritu. Es dejarlo todo por un momento y escalar una gran cima, subirse a lo más alto posible... Y GRITAR. Si, gritar con la mayor fuerza e intensidad de mi voz y... evaporarme. Vaciar mis pulmones para luego volver a llenarlos de pensamientos y emociones nuevos, totalmente desconocidos. Un renacer. Un amanecer que aún espero.
Si, la esperanza, sí. Dicen que es lo último que se pierde. Efectivamente. Confío en que algún día dejaré de esperar, y ese renacimiento llegará a mí en un susurro.
Me gustaría vivir este amanecer tan maravilloso, en el que algo o incluso alguien me permitan regalar una nueva sonrisa.
Qué maravillosa puede llegar a ser la vida.
Qué pena que la complique demasiado...
Robert Frost - El camino no elegido
Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo,
Y apenado por no poder tomar los dos
Siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie
Mirando uno de ellos tan lejos como pude,
Hasta donde se perdía en la espesura;
Y apenado por no poder tomar los dos
Siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie
Mirando uno de ellos tan lejos como pude,
Hasta donde se perdía en la espesura;
Entonces tomé el otro, imparcialmente,
Y habiendo tenido quizás la elección acertada,
Pues era tupido y requería uso;
Aunque en cuanto a lo que vi allí
Hubiera elegido cualquiera de los dos.
Y habiendo tenido quizás la elección acertada,
Pues era tupido y requería uso;
Aunque en cuanto a lo que vi allí
Hubiera elegido cualquiera de los dos.
Y ambos esa mañana yacían igualmente,
¡Oh, había guardado aquel primero para otro día!
Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,
Dudé si debía haber regresado sobre mis pasos.
¡Oh, había guardado aquel primero para otro día!
Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,
Dudé si debía haber regresado sobre mis pasos.
Debo estar diciendo esto con un suspiro
De aquí a la eternidad:
Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,
Yo tomé el menos transitado,
Y eso hizo toda la diferencia.
De aquí a la eternidad:
Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,
Yo tomé el menos transitado,
Y eso hizo toda la diferencia.
Alto en el bosque en una noche de invierno
Me imagino de quién son estos bosques.
Pero en el pueblo su casa se encuentra;
no me verá parada en este sitio,
ante sus bosques cubiertos de nieve.
Pero en el pueblo su casa se encuentra;
no me verá parada en este sitio,
ante sus bosques cubiertos de nieve.
Mi pequeño caballo encuentra insólito
parar aquí, sin ninguna alquería
entre el halado lago y estos bosques,
en la noche más lóbrega del año.
parar aquí, sin ninguna alquería
entre el halado lago y estos bosques,
en la noche más lóbrega del año.
Las campanillas del arnés sacude
como si presintiera que ocurre algo…
Sólo se oye otro son: el sigiloso
paso del viento entre los copos blandos.
como si presintiera que ocurre algo…
Sólo se oye otro son: el sigiloso
paso del viento entre los copos blandos.
¡Qué bellos son los bosques, y sombríos!
Pero tengo promesas que cumplir,
y andar mucho camino sin dormir,
y andar mucho camino sin dormir.
Pero tengo promesas que cumplir,
y andar mucho camino sin dormir,
y andar mucho camino sin dormir.
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